terça-feira, 12 de abril de 2016



Amanhecer

No coração de cada árvore
se estremeceu a meia-noite.

A noite se emigalha
em procissão lenta de névoa.

Todas as tardes terminam seu cansaço.

Os letreiros luminosos dormem
o susto de suas cores
e antecipam a contemplação de cada pobre.

Em toda esquina vela o sonho
e tua lembrança é a única aflição
que humilha a arrogância das calçadas.

Longe, o primeiro mendigo
trai a entrada onde dormiu.

E a cidade se abre como uma carta
para contarmos a surpresa de suas ruas.

(tradução de Ricardo Domeneck)

:

Amanecer

En el corazón de cada árbol
se ha estremecido la medianoche.

La noche se desmenuza
en lenta procesión de niebla.

Todas las tardes terminan su cansancio.

Los letreros luminosos duermen
el asombro de sus colores
y anticipan la contemplación de cada pobre.

En toda esquina vigila el sueño
y es tu recuerdo la única pena
que humilla la altivez de las aceras.

Lejos, el primer mendigo
traiciona el portal donde ha dormido.

Y la ciudad se abre como una carta
para decirnos la sorpresa de sus calles.

§

Versos a uma praça

A tarde morre como uma eremita.
Sobre as costas da noite
o céu treme apertado de estrelas.

A noite contorcida e lenta
se gruda aos faróis,
pequenos e suaves como uma lua nova.

Praça: sobre teu umbral de sombras
sua voz sobe como uma litania
para o silêncio verde de tuas árvores.

Os caminhos são tremores de alegria
sob a labareda azul de tanto céu.
A cidade se quebra bruscamente
contra o colo de suas esquininhas verdes.

:


Versos a una plaza

La tarde muere como una eremita.
Sobre la espalda de la noche
el cielo se estremece apretado de estrellas.

La noche crispada y lenta
se apega a los faroles,
pequeños y suaves como una luna nueva.

Plaza: sobre tu umbral de sombras
su voz sube como una letanía
al silencio verde de tus árboles.

Los caminos son temblores de dicha
bajo la llamarada azul de tanto cielo.
La ciudad se rompe bruscamente
contra el regazo de tus esquinitas verdes.

.
.
.

Sem comentários:

Enviar um comentário