" Me parecía que este día
sin ti
tenía que ser inquieto,
oscuro. Sin embargo está lleno
de una extraña dulzura, que aumenta
con el paso de las horas
igual que la tierra
después de un chubasco,
se queda sola en silencio para beberse
el agua caída,
y poco a poco
en sus venas más profundas
se siente penetrada.
La felicidad que ayer fue angustia,
tempestad,
vuelve ahora en breves
oleadas al corazón
como un mar apaciguado.
Bajo el suave sol reaparecido brillan
cándidas ofrendas :
las conchas que la ola
dejó en la orilla.
Antonia Pozzi ( 1912-1938 ) ( Traducción de Herme G. Donis )
Sem comentários:
Enviar um comentário