domingo, 3 de janeiro de 2016

" Ya no sé qué decirte ni qué hablarte.
        Si me callo, la flor del sufrimiento
        se deshoja en mi alma, y si te miento
        y te pido perdón, por aliviarte

        la herida de la pena con el arte
        de la ilusión, te doy nuevo tormento
        con mis palabras, y el dolor aumento,
        y no puedo salvarme ni salvarte.

        Dime cómo alumbrar la noche aciaga
        en que vives, la sombra que te atrapa
        y te abruma de celos y ansiedad.

        Dímelo. Tu existencia es una llaga
        que no puedo curar, y se me escapa
        tanto delirio, tanta soledad "

           Luis Alberto de Cuenca.

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